La vaca enana es una variedad de bovino conocida por su pequeño tamaño y su temperamento dócil. Con un peso que suele oscilar entre 200 y 300 kilos, es considerablemente más ligera que otras razas de vacas tradicionales, aunque sigue teniendo una morfología robusta y sus características físicas son similares. Su cuerpo compacto está cubierto de un pelaje que puede variar en colores, desde tonos claros hasta más oscuros, y su reducido tamaño no le impide ser activa y adaptarse a diferentes entornos.

En lo que respecta a su alimentación, la vaca enana tiene los mismos requisitos nutricionales básicos que una vaca de tamaño normal, por lo que se alimenta de forraje y heno, aunque en menor cantidad que sus compañeras de mayor tamaño.

En cuanto a su reproducción, alcanzan la madurez sexual entre los 12 y 18 meses de edad. Su período de gestación es similar al de las razas más grandes, con una duración aproximada de 9 meses. Generalmente, dan a luz a una sola cría, que se alimenta de leche materna durante los primeros meses antes de incorporar otros alimentos a su dieta.
La vaca enana se encuentra en diversas regiones del mundo, aunque son especialmente típicas de la zona de Irlanda. Su adaptabilidad y bajo requerimiento de espacio han incrementado su popularidad, convirtiéndola en un animal muy querido y protegido.