La gineta, también conocida por su nombre científico Genetta genetta, es un mamífero que posee un pelaje de color amarillo y grisáceo con manchas negras. Pese a que este pelo lo relaciona con los felinos, especialmente con el gato montés, su tamaño reducido marca la diferencia. Suele medir entre 50 y 60 centímetros y pesa entre uno y tres kilos.
Otra de sus características curiosas es que cuenta con una cola que mide aproximadamente lo mismo que su cuerpo. Esto les permite mantenerse estables cuando corren para cazar. Además, tiene uñas semi-retráctiles que usa para trepar por los troncos de los árboles y son capaces de emitir una gran variedad de maullidos y sonidos que le permiten comunicarse.
Su esperanza de vida en estado salvaje es de 10 años, aunque puede llegar a 21 en espacios protegidos. Suelen vivir solos, pero durante el periodo de emparejamiento abandonan su territorio en busca de una pareja. La etapa de apareamiento de esta especie es la primavera. La gestación de la gineta dura 60 días y en este tiempo cavan un agujero al pie de los árboles donde darán cobijo a las crías, que pueden ser hasta tres en cada camada.
Inicialmente su hábitat se enmarcaba en África, pero en la actualidad se le puede encontrar en bosques, sabanas y praderas tanto de ese continente como de la Península Ibérica, Islas Baleares y gran parte de Francia. Es un mamífero que se adapta a cualquier tipo de clima, ya que por sus características soporta tanto el frío como el calor.
Es un depredador nocturno que duerme por la mañana y por la noche sale a cazar para alimentarse principalmente de pequeños roedores, aves de corral, conejos, liebres, reptiles y anfibios y, si fuese necesario, también come insectos, caracoles y peces.